30 de marzo de 2009

REMEMBRANZAS DEL MONAGUILLO, BORMUJOS




Quiero escribir hoy de mi niñez, pues es la etapa más bonita de la vida, por lo menos así lo creo. En dicha etapa fui monaguillo y quiero relatar algunas de las experiencias que me tocó vivir, en mi pueblo, Bormujos.
Se me amontonan tantos recuerdos, por las décadas de los años 50 y 60, nuestro pueblo era pequeño y familiar, y la mayor parte de los acontecimientos se producían en la iglesia. Cuando había un bautizo en nuestra parroquia llegaban el padre y los padrinos, porque la madre solía quedarse en casa por su convalecencia del parto, ya que la costumbre era que los niños se bautizaran pronto y así contar con un nuevo cristiano entre nosotros. Como antes decía, el padre, los padrinos, dos testigos, el sacerdote, el monaguillo y por supuesto el niño, eran los principales protagonista de este entrañable acontecimiento religioso. Este primer sacramento y en la solemnidad del acto, se escuchaba la simpática frase que solía decir la madrina y era: ”Échele mucha sal para que sea gracioso” dirigiéndose al cura, con lo cual se demuestra que la gracia es una virtud importante en nuestra querida Andalucía. A la salida de la iglesia solía haber un reducido grupo de niños que pedían el “pelón“, y el padrino generoso, lanzaba un puñado de monedas que hacían la felicidad de los pequeños.
Otros acontecimientos era las primeras comuniones de aquellos felices tiempos, por lo menos para el que suscribe. Eran tiempos de escasez y penurias económicas, pues quedaban secuelas de la posguerra. Domingos antes los niños solíamos familiarizarnos con la iglesia para posteriormente venir en formación desde los colegios acompañados por los maestros de turnos: Doña María, Doña Concha, Don José , Don Antonio etc. etc. Cuando llegaba el día señalado íbamos todos muy limpios y orgullosos, sin traje de gala como ocurre hoy (salvo excepciones). Personalmente yo la hice vestido de monaguillo. Después de la misa el ayuntamiento nos invitó a todos los niños a un desayuno de chocolate y tortas que nos supo a gloria bendita. Y es que le recuerdo a las generaciones de hoy qué bueno sabe cualquier detalle por muy humilde que sea cuando hay necesidad.
Y para terminar, pues no quiero ser pesado, recordaré algo de las bodas de antaño. La liturgia del sacerdote decía así: “LA MUJER NO SALDRÁ DE CASA SI LA NECESIDAD NO LA OBLIGARA Y ESTO CON LICENCIA DEL MARIDO“. “Sed como jardín cerrado fuente sellada de la castidad, a nadie después de Dios ha de amar más ni estimar más la mujer que a su marido ni el marido más que a su mujer. La mujer obedezca y obsequie a su marido y el marido por tener paz, mucha veces pierda su derecho y autoridad . Compañera te doy y no sierva, así Adán le llamó compañera”. Después de estas palabras, el celebrante solía decir: “HASTA QUE LA MUERTE OS SEPARE”, frase venida a menos en la actualidad.
Y con esto termino, recordando aquello que dice:

Cuando recordar no puedas,
¿dónde tus recuerdos irán?,
que una cosa es el recuerdo
y otra cosa es recordar.


EL MONAGUILLO

26 de marzo de 2009

José Juan: estoy muy contento pues ya por fin puedo escribir un texto y aparezca en mi blog, quien me lo iba a decir con lo difícil que me resultaba, el refranero dice "el que es agradecido es bien nacido" por lo tanto tengo un sentimiento de gratitud hacia tu persona que sin aspavientos ni exhibiciones haya logrado este difícil triunfo.
Yo que me he sentido como un desierto cultural, gracias al Centro me siento progresar por días y mi autoestima sube a alturas impensables consiguiendo un estado de felicidad.
























PERSONAJES POPULARES DE BORMUJOS

DON ANÍBAL GONZÁLEZ


Hoy voy a escribir sobre un hombre que durante mucho tiempo dió todo lo que tenía en nuestro pueblo. Se ordenó sacerdote allá por el año 1955 y al poco tiempo recaló en Bormujos.
Nació en una familia distinguida de Sevilla y era sobrino del famoso arquitecto Aníbal González, creador de la maravillosa Plaza de España, admiración del mundo entero.
Su honradez, su entrega, su rectitud y amor al prójimo viendo en cada unos de sus feligreses al Dios vivo, suponía su mejor manera de entender el sacerdocio. A los que tuvimos la suerte de poder tratarlo de cerca, nos dejó su huella, siendo muchos los afortunados a los que nos impregnó con su filosofía de vida, que no era otra cosa que la ayuda al débil, al enfermo y en definitiva a los más desposeídos.
Sé muy bien que como hombre de carácter, también tenía sus defectos, ya que todos somos humanos y nacemos con ellos. También creo que habrá bormujeros que no estén muy de acuerdo con las muchas virtudes aquí reseñadas, pero como sugerencia recordaré que la muerte, entre otras cosas, sirve para perdonar.
Fue hombre culto y solidario, pues gozaba enseñando a los que por allí solíamos ir en busca de formación. D Aníbal llevaba su ministerio con una espiritualidad profunda. Recuerdo cuando lo llamaban para confesar a un enfermo terminal: salía corriendo muy nervioso al domicilio del moribundo y si había un charco de agua en la calle, este hombre no lo veía y se metía sin darse cuenta en dicha laguna, que dicho sea de paso, era muy corriente encontrarlas por nuestras queridas calles.
Como no tenía nada suyo, lo daba todo, y prueba evidente de ello es que como dije al principio del escrito, habiendo nacido en una familia acomodada de Sevilla, vivió sus últimos años abrazado a la pobreza, y en ella murió; en una residencia para pobres, concretamente en "Jesús Abandonado", donde más de una vez fue robado y maltratado por los allí residentes.
Tendría numerosas experiencias y anécdotas que contar pero no quiero ser cansado, quiero terminar diciendo que fue un personaje que se ganó con creces el respeto y la admiración de la mayoría de los bormujeros, porque lo importante de las personas es su línea de vida y D. Aníbal fue ejemplo de ello. SU MONAGUILLO

25 de marzo de 2009

AVARICIA POR APRENDER

Hoy quiero escribir de mi experiencia en el centro de educacion de Bormujos. Siempre he tenido inquietudes de progresar y mejorar mi ya raquítica cultura general, pues salí del colegio muy tempranamente pues había que trabajar en aquellos tiempos duros . Ahora que me he jubilado tengo todo el tiempo del mundo para dedicarme a esto que me gusta aprender y como tengo maestros con pedagogía estoy aprendiendo mucho. La ortografía es mi mayor afán por aprender y estoy progresando mucho, eje. escribí" haber si no me lío escribiendo"esto está mal por que lo correcto es "a ver si no me lío" por que la a es proposición y no es del verbo haber como yo me creía y así muchas más cosas que yo no sabía. Por esto y tantas cosas más le estoy muy agradecido al centro y a todos los que lo componen.GRACIAS