Sé que el que yo intente comparar estos dos conceptos tan diferentes entre sí puede parecer una osadía, pero veo cierta similitud y por ello me dispongo a explicarlo.
Cuando ahora, que vengo de mi escuela de adulto y observo que la literatura es la asignatura que más me gusta (con la complicidad de mi maestra que me anima en estos menesteres), leo con admiración y a veces devoción a escritores de la talla de Neruda, Lorca o Miguel Hernandez, que ayer nos tocó darlo en clase, pienso que es como comparar una maravillosa cena con exquisitos manjares.
pero esta excelente comida hay que masticarla bien, paladearla, saborearla para que los ingredientes de dicha cena sean un éxito en el buen comer.
Si las comemos como he descrito los nutrientes irán bien digeridos hacia el aparato digestivo.
En la literatura como en la comida hay que desmenuzar, masticar, saborear las palabras que como a mí me pasa no entendemos, no comprendemos y es una gran lástima, pues si las escriben grandes poetas comos los antes mencionados merecen un mínimo esfuerzo por nuestra parte, para que esa cena gastronómica nos caiga de maravilla, y sintamos la satisfacción de una buena comida.
¡BUEN PROVECHO!
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